viernes, 27 de enero de 2012

La excepción de la norma: Adrián López.

Vuelven a estar de moda. Encontraron por fin un oasis en medio del desierto durante la larga travesía hacia su objetivo. El cambio es notable, los aspectos, muy variados para explicar la mejoría del Atlético de Madrid. Se marcha uno para dejar sitio a otro, se fue el "supuesto" juego de posesión y ataque de Gregorio Manzano para dejar sitio al compañerismo, agresividad y empuje del nuevo Atlético del Cholo Simeone, ídolo pasional del Calderón, que no es poco.

La apuesta por Juanfran, la vuelta de Tiago, el nuevo rol de Diego Ribas o el salto de calidad lógico del mejor central de la plantilla, Diego Godín, son algunos de los cambios introducidos en esta nueva etapa. Sin embargo, por encima de evoluciones, cambios y apuestas está la excepción de la norma, un jugador que progresa adecuadamente cada segundo que pasa en el Atlético. Empezó el curso espléndido, para seguir en la línea ascendente durante toda la temporada. El elegido para discutir la historia reciente del Atlético de Madrid es Adrián López.

La norma del conjunto es cruel y sorprendente. Se basa en el descenso del rendimiento de los jugadores que se enfundan la camiseta rojiblanca con la etiqueta de jugador prometedor. Como ejemplos hay infinidad, rescato el más chocante, si cabe, por la importancia que tuvo incluso en la selección española para, más tarde, perderse en la mediocridad como jugador y terminar sin equipo. Mariano Pernía, argentino nacionalizado español que estuvo en las quinielas para el mundial de Alemania 2006. Vino con el cartel de mejor lateral izquierdo y con el récord de defensor más goleador de la Liga, superando al holandés Ronald Koeman. Se marchó del Vicente Calderón con otro récord, ser el jugador más pitado de toda la temporada (en un ejercicio cruel de la afición) y protagonista del cántico de mofa "Mariano bota de oro".

Como el caso de Pernía han habido muchos en la historia reciente del Atlético de Madrid, mención especial para los llamados a ser, por parte de la prensa generalmente, "El nuevo -----", como el famoso "El nuevo Deco" referente a Cléber Santana. Siempre quedaron en el olvido y demostraron no estar a la altura de la camiseta rojiblanca. No obstante, cada norma tiene su excepción y el Atlético de Madrid la ha encontrado en Adrián López.


El asturiano vino con la bota de oro del europeo sub21 y libre del del Deportivo de la Coruña. Una jugada maestra de la dirección deportiva, algo que no es costumbre por la Ribera del Manzanares. Fue fundamental en el pase del conjunto a la fase de grupos de la Europa League, anotando y asistiendo. Convenció a Manzano antes y a Simeone después. Y se ha ganado la ovación de la grada en pocos meses, una ovación meritoria y totalmente merecida.

Adrián ha mejorado todos sus registros goleadores desde su llegada, es el único que ha marcado en todas las competiciones. Lleva 12 tantos, uno más que su mejor marca en una temporada. Sin embargo, no es por su capacidad goleadora por lo que destaca. Su peso en el Atlético crece al mismo tiempo que mejora su entendimiento con Falcao, sus desmarques rompen defensas y sus movimientos transitando la banda están dando más de un dolor de cabeza a los contrarios. Su inteligencia para entender lo que necesita el equipo y su capacidad para encontrar la mejor opción en ataque es ejemplar. Una joya que empieza a brillar con fuerza. La gran explosión de Adrián viene en el mejor momento posible, la Eurocopa está en el horizonte y el asturiano no ha dudado en apuntarse en la carrera para conseguir una plaza en Polonia y Ucrania. Vicente dictará sentencia. 

Y en el Atlético tan contentos, encontraron la excepción de la norma, de esa norma cruel que desquicia a la grada.