martes, 21 de junio de 2011

El hundimiento de River.

El país argentino vive una devaluación de su liga de fútbol cada vez mayor. El brasileirao le ha pasado por la derecha y la izquierda sin oposición argentina. Una de las razones, o la razón de éste desplome del fútbol argentino es la obsesión por vender de cualquiera de las formas. Los clubes venden a sus jugadores en su etapa juvenil sin un crecimiento concienciado y con un fogueo irrisorio, exportando a los jugadores jóvenes a las primeras de cambio. Muchos con sólo una temporada disputada en primera, con pocos minutos, que son casi siempre insuficientes para el crecimiento óptimo del futbolista. Lo peor de la situación no es que el joven jugador emigre rápidamente, están deseosos de triunfar en Europa y seguir los pasos de Kun, Pastore, Lavezzi... acaban triunfando, eso sí, tras un periodo de adaptación normalmente costoso. El peor parado es el club argentino, el que vende. Su único objetivo es la venta, exportar jugadores y no están por la labor de que el conjunto tenga unos principios y una base para crecer futbolísticamente. Acaban por quedarse estancados. Como prueba de ello tenemos a los grandes. River Plate uno de los grandes históricos de Argentina, está en su peor momento. El sábado, Lanús mató a los millonarios en el minuto 92, ganando uno a dos en el Monumental y deberá jugarse la promoción ante Belgrano. Ahora ya no sirve mirar el palmarés excelente de River, ni que el año 1986 era campeón de la intercontinental ganando al Steaua de Belodedici y Lacatus. Tendrán que reinventarse contra Belgrano de Córdoba en la temida promoción. El año anterior le tocó a Rosario Central. Y el equipo de Rosario deambula en la primera B. Subir a la máxima argentina no es tarea fácil y los millonarios lo saben. Además, un nuevo capítulo de rivalidad bonaerense se vivió tras conocer que River se la jugaría en Córdoba. El entrenador de Belgrano apuntaba "cien hinchas de Boca me llamarón y pidieron entradas", luego advertía "Belgrano está en condiciones de ascender". Boca tendrá representación en el Gigante de Alberdi (estadio de Belgrano). Los xeneizes no dejarán pasar la oportunidad de apoyar al conjunto que puede enviar a su máximo rival al infierno de la primera B. Situación más que complicada para "El millonario". Bastantes son las cuestiones que podríamos sacar a relucir para explicar el por qué del hundimiento de River. Está claro que Juan José López no ha dado con la tecla para evitar esta situación. River por historia y peso no puede ir en busca de cotas más altas con Matías Almeyda de referente, jugador de 37 años. Excelente en Inter y Lazio pero que no está en nivel parecido a su mejor versión. O con el "tanque" Pavone de punta de lanza. Jugador que en el Betis no servía para ascender a la primera división española. Y luego está Erik Lamela, la sensación y la esperanza de River. Jugador que ha estado pretendido (por rumorología) por media Europa. Atlético, Real Madrid, Milán, Napoles... una extensa lista para el chico de 19 años. Es una de las grandes sensaciones, pero sólo ha logrado dos tantos jugando de volante ofensivo o mediapunta en el clausura. Dos tantos insuficientes para ayudar a su equipo a eludir esta promoción. El miércoles se jugará el primero de los partidos. Buenos Aires estará pendiente de la salvación de su equipo o del hundimiento de su máximo rival.


4 comentarios:

  1. ¡Me encanta que seas tan prolífico en tus entradas del blog! Además realizas un trabajo de recensión y síntesis admirable. Enhorabuena ;)

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  2. ¡Muchísimas gracias! Es un halago viniendo de ti.

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  3. Gran artículo la verdad. Es una pena la situación de River, equipo por el que siento una gran simpatía, y más se complica tras la derrota de ayer, veremos como acaba y esperemos que River salga de el peor momento de su historia. Un gran saludo!
    http://nochesdecafe.blogspot.com/

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  4. Yo creo que River está en Primera B desde ayer. Las bajas de Matias Almeyda, Ferrari y Román son muy importantes. Es una catástrofe mayúscula.
    Saludos Ramón!!!

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