sábado, 18 de junio de 2011

Tassotti y Luis Enrique vuelven a cruzarse.

La selección española de la mano de Javier Clemente. Actualmente intentando ejercer de seleccionador en el combinado camerunés, eclipsado por el carácter y liderazgo de Samuel Eto`o. Disputaba en el 94 el mundial de Estados Unidos. Un 9 de julio en Boston, ciudad que disfruta del equipo con más anillos de la NBA. La selección que no era ni la sombra de los actuales campeones del mundo. No había brillado en la fase de grupos, pero se deshizo con facilidad en octavos ante Suiza cosechando un tres a cero con goles de Hierro, Beguiristain y Luis Enrique. A la postre protagonista de una de las decisiones más lamentables que recordamos de la historia de los mundiales. La Azzurra tampoco había ilusionado con su juego a nadie, ni a los italianos, ni a los amantes del fútbol. Superó su fase de grupos con tan sólo 4 puntos con un grupo formado por Noruega, Irlanda y Méjico. En octavos de final lidió contra la Nigéria de Finidi. Derrotando al equipo africano por 2-1 con goles del gran Roberto Baggio. Corría el minuto 93 de partido de los fatídicos cuartos de final que tanto temíamos por aquellas. España perdía dos a uno cuando ocurrió la desgracia, inexplicablemente el árbitro del encuentro no vio el codazo. Mauro Tassotti dejó a Luis Enrique tendido en el verde como si fuera la lona de un ring, nariz ensangrentada y lágrimas en los ojos. Toda España sintió el golpe, el dolor y la impotencia de saber que de nuevo nos apartaba de unas semifinales una decisión arbitral. El español recordaría esa acción en innumerables ocasiones. Le acababan de romper la nariz y el italiano quedaba sin castigo ninguno. El destino, caprichoso como siempre. Ha querido que Mauro Tassoti, defensa recio e impetuoso de aquel Milán de Arrigo Sacchi, de la Italia del 94, vuelva a cruzarse con Luis Enrique. Mauro como segundo entrenador de los campeones del calcio, de su Milán. Luis Enrique que viene de hacer campaña excepcional con el filial del Barcelona. Se traslada a la ciudad imperial de Roma. Para devolver al conjunto de la capital italiana a retos más importantes. El morbo está servido. Cuando la serie A empiece a correr y llegue la fecha del Milán-Roma o Roma-Milán. El asturiano mirará al otro lado del banco y verá al defensa recio e impetuoso que le destrozó la nariz en el último minuto de los cuartos de final.


2 comentarios:

  1. Paradojas de la vida jaja tendrá cierto morbo el reencuentro, pero bueno se saludaran educadamente y quedará ahí la anécdota sin más.

    Un Saludo

    http://nochesdecafe.blogspot.com/

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  2. Claro, ante todo son profesionales. Pero inevitable que le venga a la mente aquél partido contra Tassotti cuando lo vea jaja.
    Hay ganas de ver lo que es capaz Luis Enrique con la Roma.

    Saludos!

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