lunes, 22 de agosto de 2011

El gran olvidado.

Apenas tenías cuatro años cuando elegiste por primera vez practicar este deporte, posiblemente te impusieron otro, pero quisiste por encima de todo el de tu elección. Con la ilusión que te caracterizaba por tu corta edad, lo practicabas con pasión y soñabas. Soñabas con llegar algún día a ser como ellos, soñabas con ser el protagonista de tu equipo del alma, con marcar el tanto de la victoria en los últimos instantes de partido y levantar la copa, levantar aquel trofeo delante de miles de aficionados en un estadio memorable. Tuviste grandes momentos, como la primera vez que te llevaron al estadio a ver a tu equipo y cantaste los goles con fuerza, celebraste la victoria con pasión y te sentías invencible al volver a tu casa. También los tuviste malos, aguantaste con honor las burlas de tus compañeros de clase cuando perdía tu equipo de forma inesperada. Siempre has sido fiel a ellos, a unos colores, siempre lo fuiste y empujabas para que ellos lograran el objetivo, que al fin y al cabo, era lo que más feliz te hacía, ver a tu equipo ganar y ganar, en cualquier duelo.

Sé que has pasado muchas tardes de invierno en tu asiento pasando frío, mojándote, empapándote de tristeza por un partido desastroso llegando a casa resfriado y pensaste en no volver jamás, lo quisiste dejar muchas veces, lo sé. Sin embargo, cuando llegaba el domingo siguiente acudías de nuevo, con la misma ilusión que el primer día, la misma con la que empezaste con cuatro años a tocar un balón. Nunca perdiste las ganas, como cuando ahorraste todo ese dinero para comprarte la camiseta de tu jugador favorito. Sé que te costó mucho trabajo. No trabajabas y te costó un mundo reunir todo ese dinero, pero lo conseguiste. Pensabas que a tu equipo no se le daba la espalda y, lo hacías, por encima de todo lo hacías. Te hiciste mayor y seguiste yendo al campo con toda la pasión que te caracteriza, ya sabes, la misma que cuando tenías cuatro años.

Ahora, sé que te cuesta llegar a fin de mes, que tu vida se ha complicado a raíz de la crisis. Pero de nuevo no has dejado a tu equipo a un lado. Como fiel seguidor has seguido como el primer día en tu asiento, en tu hueco en la grada, con tus compañeros de penurias y de grandes momentos. Planificaste tus vacaciones pensando en ver a tu equipo en Europa. Porque pensaste que tu equipo necesitaba tu ayuda a miles de kilómetros de tu ciudad, de tu país, lejos de tu familia, todo por tu equipo, para que saliese reforzado de su partido lejos de tu casa. Crees que tu vida no tiene sentido sin ver a tu equipo. Te entiendo, a estas alturas de la vida has estado ligado siempre a él. Y ahora, ¿ahora qué?

Te sientes humillado, cansado y harto de que no te tomen en serio. Después de todo lo que has dado por el equipo tanto en las buenas como en las malas, dos organismos que no se ponen de acuerdo te dejan sin verlo. Dos organismos que no son capaces de acercar posturas para arreglarlo todo, para volver a la normalidad. Se que estás disgustado, no te falta razón, porque sin ti el partido no tendría sentido, sin ti el partido estaría vacío, sin colorido. Te preguntas: ¿cómo le pueden llamar huelga? la llaman así, pero siguen yendo a trabajar la mayoría, sientes mucha incomprensión, es lógico, no se han parado a pensar ni un solo momento en ti, en el que de verdad es importante en todo este circo. Ya lo han hecho infinidad de veces, en los horarios, las televisiones, cuando suben el abono en tiempos de una crisis salvaje. Te paras a pensar en si vale la pena seguir tan fiel a los colores viendo como te tratan. Y te das cuenta de que no, pero sabes perfectamente que seguirás siéndolo, porque amas a este deporte, amas el club mucho más que la mayoría que visten la camiseta. Y piensas de nuevo ¿ésta es a la que llaman la mejor liga del mundo? Que no te engañen, no lo es.

3 comentarios:

  1. Gran artículo, si señor, digno de aplauso. Muchos nos sentimos identificados al leerlo. Felicidades

    Un saludo

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  2. Muchas gracias crack!
    se agradece tu comentario.

    Saludos!!

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  3. Sumo mi voz a tu post. Los grandes olvidados, los que hemos hecho crecer este deporte, Domingo a Domingo, partido a partido, gol a gol. Un esperpento, luego piden respeto........y quien nos respeta a nosotros?

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